domingo, 20 de mayo de 2007

Eso es que tienes ....

Como ya os dije hace unos días había vuelto a tener un malestar migrañoso más elevado de lo habitual y para colmo, estos días pues los tengo más ajetreados que de costumbre y no puedo evitar descansar menos.
En fin, el viernes por la noche estaba fatal, no podía más, y claro, como es normal, pues se te nota en la cara.


Las personas que te ven y te conocen les extraña (sobre todo si eres una persona extrovertida) porque te vuelves silenciosa, con mala cara, te aislas, etc. y entonces es cuando comienza todo ...
Por favor, poneos en situación ...

Estáis con las molestias habituales de la migraña... vamos, que os salís del parchís.

Estáis deseando llegar a casa y acostaros, aislaros y que pase el tiempo, para que se pase el achuchón.

Estáis que no os aguantais a vosotros mismos, que no sabéis que es mejor si poneros a gritar, llorar, o a daros golpes contra la pared ... (los nervios de punta)

Y entonces todo el mundo comienza a preguntarte que es lo que te pasa.
A algunos le dices nada y a otros les dices que te duele la cabeza, y ahí, en ese momento, es cuando se desencadena esa acción-reacción de ser médico-cuidador-aconsejador-espejo (porque
ell@s también lo ha padecido y no es para tanto)-farmaceútico-adivinador - ...

Y entonces, yo que tengo la cabeza como un bombo, el cuerpo que no sé ni si lo tengo (el estómago si lo noto), empiezo a ponerme nerviosa, mientras escucho:


- "Yo llevo dos días con dolor de cabeza" (Uff, yo llevo un mes y 19 días y si sólo fuera el dolor de cabeza ...).

- "Eso es porque fumas y bebes" (Uff, beber ya no bebo y fumar ... aún no tengo la fuerza de voluntad suficiente para dejarlo... claro, cómo dejar de fumar es tan fácil...).

- "Yo tengo unas pastillas maravillosas. Estas te las tomas y te aseguro que se quita". (Que desesperación, ojalá las migrañas se quitaran con "Geolocatil").

- "¿Todo eso te pasa?. Eso ya no me gusta, deberías ir al médico, ... (se queda con cara pensativa y preocupada pensando en algo muy muy malo, cómo cáncer)" (Si me dejaras hablar, sabrías que voy a ir al neurólogo y que esto no es otra cosa que MIGRAÑAS).

Y esto te ocurre más de una vez y más de una ocasión.

Yo, de verdad, le agradezco a todo el mundo que se preocupe por mí, pero en esos momentos también agradecería silencio y no que se comience a buscar una solución para mi estado.

Quisiera que si continúan la conversación con los dolores de cabeza, dando la sensación de mostrar interés, que me escuchasen y viesen que no estoy con los brazos cruzados aguantando, simplemente a veces, no te queda más remedio que "ajo y agua".

Que me escuchasen y entendiesen que yo no quiero esto ni lo he elegido, y que por más que me digan que puede ser la vista, el resfriado, etc., no lo es, aunque ojalá sí lo fuera.


¿Esto os pasa?

¿Qué hacéis ante estas situaciones?

1 comentario:

Embajador dijo...

Si, y además de todo eso yo "sufro" algo que tu no sufres:

- ¿Migraña dices? Pero si eso solo lo tienen las tias.

Cualquier dia salgo del armario.